Wednesday 1 February 2017

Pan



He visto que hace un montón que no publicaba nada, desde Abril! Guau! eso es casi inaceptable! A ver si ahora que estoy en paro tengo un poquito más de tiempo para publicar. Si alguien tiene trabajo para mí, que me lo diga ;-) , je, je, je.

Hoy os traigo una receta de pan que hace tiempo que quería publicar. De hecho la tenía medio preparada para publicarla. Hoy por fin encuentro un poco de tiempo para editar la entrada y darle al botón.

Bueno, pues al tajo, la receta que os quiero compartir la saqué de aquí. Yo la he modificado un poco.

Ingredientes:

  • 750 g de harina de fuerza (también puede ser normal si no tenéis de ésta)
  • 1 cucharadita de levadura seca, o 15 g de levadura fresca (yo suelo tener siempre seca en casa, la fresca se me termina pasando :-/)
  • 1/2 cucharada de sal
  • 450 cc de agua tibia
  • Harina para la mesa de trabajo. 

Elaboración:


Lo primero que hay que hacer es activar la levadura. Para ello la mezclamos con agua tibia (que no supere los 40 ºC o mataremos el fermento vivo) en un vaso y dejamos reposar por 15 minutos. Si vemos que se han formado burbujitas, es que está bien. Si no, la levadura está pasada y no nos va a funcionar. En este caso, tirad la levadura y empezad de nuevo. 

Luego hay que pasar a mezclar todo. Ponemos la harina con la sal en un cuenco y vamos amasando mientras echamos la mezcla del agua con la levadura y el resto del agua. Hemos de rectificar de agua y/o harina si hiciera falta. Es mejor siempre empezar con poco agua e ir añadiendo a tener que añadir harina. Si está muy duro irá ablandando con el amasado, mientras que si nos pasamos de agua quedará muy pegajoso. 

Una vez tenemos la mezcla pasamos a una mesa enharinada y amasamos fuertemente durante aproximadamente 15 minutos. A mí me gusta utilizar la técnica del amasado francés. Hay un montón de videos en YouTube, como por ejemplo este. Continuamos con el amasado hasta que la masa deje de estar pegajosa y quede como un "culito de bebé", es decir, fina y elástica.  

En este punto hemos de dejar que ocurra la primera fermentación. Devolvemos la masa al bol y lo tapamos con un trapo húmedo o con papel de film transparente. Dejamos fermentar, hasta que haya doblado el volumen en un lugar cálido durante aproximadamente una hora u hora y media. 

Tras la segunda fermentación volvemos al segundo amasado. Amasamos dos veces, dejando reposar la masa, siempre tapada para que no se seque, entre el primer y el segundo amasado durante aproximadamente 15 minutos. Tras el segundo amasado le damos la forma al pan y lo llevamos a las segunda fermentación. Tapamos la masa con un trapo seco y la dejamos reposar en un lugar cálido por aproximadamente 50 minutos. 
Por fin estamos listos para el horneado. Enciende el horno a 230 ºC e introduce una bandeja con agua en la base. Esto es lo que hará que el pan tenga una corteza crujiente. También se puede introducir un bol o cuenco con agua si no tenemos una bandeja grande y profunda para el horno. 
Antes de introducir el pan en el horno le hacemos unos cortes con un cuchillo afilado o una cuchilla de afeitar. 
Introducimos el pan a media altura, en este momento también se puede pulverizar un poco de agua en el horno para aumentar la humedad en el interior. Horneamos durante 20 minutos. Tras este tiempo, sacamos la bandeja de agua, reducimos la temperatura del horno a 200 ºC y seguimos horneando por 15 ó 20 minutos más. El pan estará hecho cuando suene a hueco al golpearlo en la base. 

Cuando esté listo, lo sacamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. Lo mejor es degustarlo una vez se haya enfriado y perdido el exceso de humedad, mojándolo en aceite de oliva. También le podemos añadir un poco de tomatito picado. ¡Mhmmm! Para chuparse los dedos...

Me han faltado algunas fotos durante el proceso de elaboración. La próxima vez que lo haga haré unas cuantas y modificaré la entrada. Mientras tanto, ¡buen provecho!


























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